viernes, 26 de diciembre de 2008

La J es por "Jay"

¿Qué mejor manera de inaugurar esta sección dedicada a los personajes de la Serie, que con el mismísimo Homero J. Simpson? Siendo aún un irresponsable, egoísta, irrespetuoso, borracho, estúpido ser humano (o dibujo), es el ídolo de millones de televidentes y el personaje por excelencia de la serie. Algo nos atrae hacia él, probablemente lo mismo que atrae al resto de los Springfildianos hacia su persona, porque lógicamente una persona de su tipo no debería tener ni amigos, ni esposa ni nada, porque no se lo merece. Pero Homero es así, a pesar de todo, lo queremos. Porque vamos, el hombre ha sido de todo: inspector de seguridad de la Planta Nuclear de Springfield, conductor de monorriel, conductor de camiones (reemplazando al difunto Red Barclay), profesor de "como sobrellevar un buen matrimonio" en el centro de enseñanzas para adultos, granjero, co-creador del auto bautizado con su nombre, guardaespalda del Alcalde Diamante, estrella del festival Hollabalooza, mascota del equipo de béisbol de Ciudad Capital, empleado del Kwik-E-Mart, la voz de Poochie, misionero, boxeador, chofer de limusine, el Barón de la Cerveza, crítico gastronómico, asistente del Sr. Burns, inventor, comisionado de limpia de Springfield, el Sr. X, Don Barredora (¡como olvidarnos!), y la lista sigue...



En fin, ahora concentrémonos en el lado positivo de Homero. A pesar de ser la mayor parte del tiempo un ser despreciable, en el fondo este panzón tiene un corazón. Lo ha demostrado en algunos capítulos de la serie, ya sea para reconciliarse con Marge, o en otras ocasiones con Lisa. Pero la cuestión es que después de todo, Homero es un yanki hecho y derecho, políticamente incorrecto, bebedor, patriota, y amante de lo lujoso y lo novedoso, como todo norteamericano promedio.



Durante los casi 20 años que ha durado el programa, Homero nos ha deleitado día a día con miles de gags y frases históricas que cabe recuadrar. Tengan por sólo un ejemplo al título del blog, o aquélla tan gloriosa en la que, con una tonada "delicada" dice "¡esta grasa no se quita!". Sublime.

Pero todo lo que sube baja, dijo alguna vez un físico. Y Homero no es la excepción. Pero quizás esto no sea del todo su culpa, pues la serie fue decayendo lamentablemente, y la ola de mediocridad también lo afectó a él. Hoy en día vemos a un Homero falto de chispa, de gracia, gritón y llorón, insoportable, aferrado a la cultura moderna que se vive en los Estados Unidos y haciendo chistes que si uno no está al tanto de lo último de la farándula hollywoodense, difícilmente capte.



De todas maneras, el balance está claramente a su favor, y no podemos enojarnos con él porque ha bajado su rendimiento en los últimos años, pero como con algunos deportistas, preferimos que se retire antes de seguir pasando verguenza. Por todo lo demás, te decimos gracias Homero, gracias por tanta magia.

1 comentario:

  1. el capítulo que es camionero ya una poronga decadente y mugrienta.

    y homero se hizo bien odioso "ahora" cuando los simpsons se hicieron una mierda, hace tipo 7 años.

    cariños, ponchi

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